Dragonfly, el grupo de hackers de Europa del Este responsable de sofisticadas campañas de ciberespionaje contra las infraestructuras energéticas de diferentes países desde 2011, ha vuelto a actuar recientemente a con el mismo objetivo a través de una campaña llamada Dragonfly 2.0.
Los investigadores en ciberseguridad de Symantec fueron los que descubrieron Dragonfly 2.0, diciendo sobre el tema que “el grupo tiene ahora potencialmente la capacidad de sabotear u obtener el control de esos sistemas”, pudiendo tener un acceso sin precedentes a los sistemas operacionales pertenecientes a compañías energéticas.